Los tiros pueden salir gratuitamente sin apretar el gatillo –según la teoría de Alec Baldwin para exculparse por la muerte de la camarógrafa Halyna Hutchins en el rodaje de Rust –, o por la culata, que es lo que al parecer también le ocurre al actor.
Los Baldwins, denominación que agrupa al matrimonio compuesto por Alec e Hilaria, sus siete hijos (de 11 a dos años) y ocho mascotas, protagonizan un programa de telerrealidad en el canal TLC de los que da que hablar en los cotilleos.
Indignación en la familia de Halyna Hutchins, fallecida en un rodaje por una bala que disparó Baldwin
Hacía tiempo que los productores de reality show s iban detrás de la pareja. La fama hollywoodiense de Alec y sus arrebatos públicos, los seguidores de Hilaria en las redes sociales, con la polémica sobre su falso origen español, y su extensa descendencia (excluida la hija de Baldwin con Kim Basinger), les convertía en un “producto” muy apetecible para un canal con títulos del estilo Prometido de 90 días o Esposas hermanas .
Había que dar con el momento y esto llegó como terapia de sanación, de duelo, después del amargo trago que pasó el cabeza de familia al ser acusado de homicidio imprudente (hoy caso archivado) por el tiro mortal a Hutchins, en un plató de Nuevo México, en octubre del 2021.
Tan amargo que “se quiso quitar la vida” o “deseó que fuera él el fallecido”, asegura Hilaria en un capítulo.
Pero ese intento por recuperar el afecto no va por buena senda. “Lágrimas de cocodrilo”, sostienen los comentaristas. La serie recibe palos por todos los lados. Algunos tan demoledores como el de la propia familia de Hutchins, que califica de “desvergonzado” el hecho de que el actor diga que sufre estrés post traumático en medio de la felicidad en su ático de 16 millones en Manhattan y su residencia de veraneo en East Hampton.

Los Hutchins (el padre, la madre y la hermana de Halyna), reclaman que, en lugar de tanta comedida de medio pelo, entre niños bulliciosos y un exceso de almíbar, el actor testifique el próximo 9 de mayo en la demanda civil por la muerte negligente de la camarógrafa.
“Ya es hora que Alec Baldwin admita y enfrente las consecuencias reales que causó. Es hora de que afronte la realidad bajo juramento”, señala la abogada Gloria Allred, una de las que representa a los Hutchins.
Lo que ya se sabe es que Baldwin no participa en el documental dedicado a Halyna. Le pidieron su colaboración y respondió que tenía otras cosas.
Como indica el refranero, el muerto al hoyo y el vivo al bollo.
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Alec, de 66 años, y su esposa Hilaria, de 41, se dieron un baño de popularidad la noche del pasado martes en Nueva York ejerciendo de anfitriones de la reapertura en Times Square del Planet Hollywood, establecimiento víctima en el 2020 del impacto de la pandemia.
Bajo la batuta de Boy George como Dj, y con el cameo del rapero 50 Cent, los Baldwin estuvieron rodeados de “amigos”, como el alcalde Eric Adams, el actor y expolítico Arnold Schwarzenegger y su hijo Patrick, los colegas de profesión Whoopi Goldberg, Liev Schreiber, Pete Davidson o la cantante Singer Kelsie Watts.

Sintiendo el apoyo de esas celebridades, grupo en el que no faltaron protagonistas de otros realilty de TLC, Alec e Hilaria se mostraron desafiantes ante las críticas cosechadas por su programa. Al contrario, Baldwin bromeó que sus hijos “quieren más dinero” para grabar la segunda temporada.
“Quieren mucho más dinero, pero mucho más, así que ya veremos que sucede”, alardeó el padre de la camada. Sin embargo, la cadena no ha anunciado que planee una nueva entrega.
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Si es por las críticas, los directivos tirarán a la basura cualquier iniciativa de mantener The Baldwind . “El espectáculo es espantoso y los Baldwin lucen como tales”, remarca Lucy Mangan en The Guardian .
Y si es por la reacción de los espectadores en las redes, que los ponen a caer del burro, Alec e Hilaria han de ir pensando en otro pasatiempo familiar.